Al pensar en Galilea bíblica nuestras mentes crean imágenes de pescadores en sus barcas, de ciudades judías a la orilla de un lago, soldados romanos y multitudes que acuden a escuchar las palabras de un humilde rabino de Nazaret. Su nombre era Jesús.
Las huellas de Jesús pueden ser trazadas a través de toda Galilea. Fue ahí donde Jesús estableció su residencia, llamó a sus primeros discípulos y realizó muchos de los milagros que nos cuenta el Evangelio. Es por este motivo que muchos peregrinos vienen a Galilea a visitar los santos lugares, a enriquecer su fe y a tener un conocimiento más cercano de la persona de Jesucristo Resucitado.
Hace unos años (2005) el padre Juan Solana, L.C., puesto a cargo por la Santa Sede para el Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén, sintió que Cristo le llamaba a construir un centro de retiro en Galilea. Desde un inicio él visualizo un lugar donde los peregrinos pudieran disfrutar de un hospedaje cómodo y de calidad en un ambiente espiritual altamente significativo, a orillas del Mar de Galilea.
Cuando la construcción inició en 2009, nadie se imaginó lo que Dios tenía reservado. Mientras los trabajadores empezaron a excavar los cimientos de lo que sería la futura casa de huéspedes, descubrieron una sinagoga del siglo primero, donde seguramente Jesús enseñó. Dentro de la misma sinagoga se encontró la así llamada “piedra de Magdala,” uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Israel en los últimos 50 años, según los expertos.
En el curso de las excavaciones, los arqueólogos encontraron un pueblo Judío completo e intacto del siglo primero, identificado como la antigua ciudad de Migdal - nombre original de Magdala-. Con sólo el 10% de la arqueología excavada hasta ahora, el pueblo natal de María Magdalena ya ofrece a los peregrinos la oportunidad de visitar un sitio donde Jesús caminó y enseñó y de revivir la experiencia de los primeros seguidores de Jesús entre los cuales se contaba de manera especial a María de Migdal.
Lo anterior convierte a Migdal en un sitio especial de la Tierra Santa, al contar con una ciudad del siglo primero donde los habitantes se reunían en la sinagoga y donde seguramente Jesús estuvo y enseñó. Migdal es también hoy sede de la iglesia Duc In Altum, recientemente construida (2014) que ofrece un lugar para la oración, reflexión y la celebración eucarística.
Por su naturaleza única, Migdal contribuirá activamente a promover relaciones positivas entre las diversas comunidades cristianas y no cristianas. En el futuro Migdal ofrecerá excelentes instalaciones de hospedaje y de servicio de restaurante de primer nivel, además está proyectada la ampliación del actual parque arqueológico.
Migdal es verdaderamente el lugar de encuentro de la historia judía y cristiana.
Firma de Convenio Anáhuac- Magdala
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